Título: Breve historia del marcapáginas
Autor: Massimo Gatta
Editorial: Fórcola
Número de páginas: 112
Primera edición: 2020
Rústica: 12,50 €
Sinopsis
Desde la Antigüedad clásica hasta nuestros días, este singular libro cuenta la historia y las curiosidades de un objeto querido por los amantes de la lectura y los libros de todos los tiempos: el marcapáginas. Si para san Agustín el dedo índice era la mejor manera para ello ¿qué utilizamos desde entonces para señalar dónde dejamos de leer un libro momentáneamente? ¿Alguna vez prestamos atención a ese objeto –un billete de metro, una flor seca, una postal o una cinta de seda– que nos permite encontrar el punto donde detuvimos la lectura? Entre el marcador de emergencia –como el clásico y vilipendiado dobladillo de una esquina de la página– y algunas preciosas obras de arte, los marcapáginas son para muchos lectores objeto de colección.
Reseña
Breve historia del marcapáginas ahonda en uno de los temas que para muchos nunca ha sido un interrogante: ¿cómo surgió el marcapáginas? ¿cuándo se empezó a utilizar por primera vez? ¿serán, las nuevas tecnologías, las que acaben con él?
Desde un prólogo inicial se nos presenta cómo el marcapáginas era un instrumento necesario en el Antiguo Egipto y, con la evolución de la imprenta, muchos intelectuales requerían de sus servicios, algunos utilizando cintas, otros con flores o doblando un trozo de la página (esto último, un sacrilegio).
De manera gráfica, la obra nos demuestra, mediante cuadros del siglo XV en adelante, cómo los marcapáginas ya estaban presentes en aquella sociedad. A través de varios párrafos debemos ir saltando hacia las hojas centrales para degustar nuestra vista con pinturas de diversos artistas italianos (alguna, incluso, expuesta en el Museo del Louvre, en París).
Como en nuestra época actual, el marcapáginas no se utilizaba solo para recordar dónde hemos dejado de leer. Muchos servían para transmitir un mensaje o hacer publicidad. Un buen ejemplo, de principios del siglo XX, son unos marcapáginas para una marca de bombones.
También, aunque no lo parezca, se han escrito otros ensayos sobre si se deberían usar o no, con críticas muy duras a los que emplean dicho instrumento.
Por último, la obra hace una reflexión sobre un uso más comercial, para promocionar un libro o la apertura de una librería. También trata el tema de los e-books y aquellos marcapáginas virtuales que permiten, en un mismo dispositivo, poner varios para diferentes usuarios y saber a quién pertenece cada uno. Incluso, nos recuerda aquellos tiempos iniciales de los libros electrónicos, cuando se pensaba que los libros en papel iban a desaparecer, aunque no ha sido así.
Me tomo la libertad de terminar esta reseña con la frase de Umberto Eco que se incluye en la reflexión final: «Hay una utilidad llamada «Índice» que permite encontrar al instante el artículo deseado en la página indicada. Se puede adquirir un complemento llamado «Marcapáginas» que permite regresar al lugar donde uno se detuvo la vez anterior, aunque el libro haya estado cerrado.»
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