Sinopsis

En 1936, el ambicioso general Gallardo, designado por Franco para negociar las contraprestaciones por el apoyo de Alemania en la Guerra Civil española, se reúne con el general nazi Jurgen Von Schimmer, representante del gobierno alemán, para tratar de llegar a un acuerdo. Pero lo que este le pide a cambio es casi un imposible: por la aviación alemana para bombardear puntos clave en España, la valiosísima colección de monedas de oro del Museo Arqueológico Nacional; por enviar las tropas terrestres nazi, que acabarán con la guerra de un plumazo, el Autorretrato de Durero que descansa en El Prado, y… Las Meninas.

Gallardo, preso de una ambición desmedida, acepta dicho trato por su cuenta y riesgo y, junto con un grupo de hombres sin escrúpulos, orquesta un plan para hacerse con todo ese Patrimonio Nacional y entregarlo a los nazis.

Reseña

Los guardianes del Prado, basándose en uno de los momentos históricos más oscuros de España, aun cuando una parte de lo relatado es pura ficción, todo podría haber ocurrido tal cual en la realidad.

Nos encontramos en Valencia, año 1936. Ya se escuchan las voces de un posible levantamiento militar contra la Segunda República y ambos bandos tienen mucho en qué pensar. El general Gallardo, uno de los hombres más cercanos a Franco, ha sido enviado a Alemania para negociar con los nazis una posible alianza; los nacionales piden aviones y soldados al III Reich, pero Hitler no los entregará sin recibir nada a cambio. Cuando uno de los altos funcionarios del Ministerio de Bellas Artes se entera de que la colección de monedas del Museo Arqueológico Nacional y dos cuadros del Museo del Prado corrían peligro, se pone en marcha un operativo para mover las obras de arte a Valencia. Y será allí donde un joven arquitecto, Alejandro, con tan solo veintitrés años, ayude a cambiar el destino de España y, quizá, del mundo.

Desde hace poco tiempo me he ido interesando más por todo lo sucedido antes y durante la Guerra Civil española. Siempre he puesto el ojo en la Segunda Guerra Mundial, pero creo que, siendo español, es necesario saber más sobre nuestra propia historia y tratar de comprenderla.

Esta novela nos permite ver ese inicio del conflicto, sin meternos demasiado en las batallas o atrocidades que se produjeron a lo largo del país, mostrándonos esa otra visión, donde la República no solo buscaba proteger a sus ciudadanos, sino salvaguardar aquel tesoro nacional, que bien podría clasificarse como un patrimonio de la humanidad. Y, aunque la ficción se interpone en ese viaje que hicieron las obras hasta Valencia, y luego Barcelona y Ginebra, el autor introduce a la perfección los eventos ficticios, provocando que uno pueda llegar a pensar que de verdad esos personajes existieron.

Además, el punto del periodista, que en los años 80 busca la verdad de lo ocurrido, aumenta la intriga sobre lo que sucedió y nadie sabe. ¿Qué paso con los cuadros? ¿y las monedas? ¿Los nazis enviaron los aviones y los soldados? La historia ya nos puede responder a algunas preguntas, como el bombardeo de Guernica por la legión alemana e italiana, pero siempre quedará la intriga de qué más pudo ocurrir y si los nazis llegaron a obtener tesoros tan preciados como las pinturas del museo del Prado.

Es, sin duda, una novela para disfrutar; con un inicio lento que va cogiendo ritmo a medida que uno avanza, hasta que la tensión se palpa en el ambiente. Los personajes están perfectamente construidos y los haces tuyos, eligiendo a tus favoritos y odiando a los que no merecen la redención.

En definitiva, si te gustan las novelas de aventuras, y más en un contexto histórico bastante cercano, esta novela no te decepcionará.