Título: Los renglones torcidos de Dios
Autor: Torcuato Luca de Tena
Editorial: Austral
Número de páginas: 448
Primera edición: 1979
Rústica: 18,00 € / Bolsillo: 13,95 €
Sinopsis
Alice Gould es ingresada en un sanatorio mental. En su delirio, cree ser una investigadora privada a cargo de un equipo de detectives dedicados a esclarecer complicados casos. Según una carta de su médico particular, la realidad es otra: su paranoica obsesión es atentar contra la vida de su marido.
La extrema inteligencia de esta mujer y su actitud aparentemente normal confundirán a los médicos hasta el punto de no saber a ciencia cierta si Alice ha sido ingresada injustamente o en realidad padece un grave y peligroso trastorno psicológico.
Reseña
Los renglones torcidos de Dios, una novela que ahonda en la locura y llena de incógnitas la mente del que la lee.
Alice Gould, detective diplomada, ha sido contratada para resolver un crimen de asesinato. Todas las pistas la llevan a un manicomio en medio de Castilla, en el que ingresa fingiendo una paranoia… o eso dice ella. En el sanatorio la tratan como a uno loca más, aunque Alice dice estar secuestrada legalmente por su marido, aun estando acusada de haberlo intentado envenenar hasta tres veces. Allí, Alicia conocerá la otra cara de la moneda: un mundo donde cada persona con la que se topa tendrá un trastorno mental muy particular. Pero, ella está allí para descubrir a un asesino, aunque todas las señales hagan pensar a los médicos psiquiatras que finge ser algo que en verdad no es. ¿Alice Gould dice la verdad? ¿Está fingiendo una paranoia o esta es más real de lo que cree?
La novela nos lleva al límite. En cada escena no dejas de preguntarte quién dice la verdad y quién miente. Y solo en los últimos capítulos, cuando por fin se resuelve todo, intentas cuadrar los puntos, aunque siempre te queda un mal sabor de boca que no se puede explicar.
Siguiendo los pasos de la protagonista aprenderemos sobre la situación de los manicomios en la España de los años 70; los diferentes tipos de locuras y cómo trataban de aliviar a los enfermos; así como situaciones algo extremas que derivaban en medidas desesperadas buscando el bien común.
Ya sabiendo que el autor se internó, voluntariamente, en un manicomio gestionado por el Estado, fingiendo una enfermedad mental, para poder documentarse, las descripciones tanto del entorno como de cada uno de los personajes son muy realistas y te meten de lleno en la historia. Incluso llegas a empatizar con la mayoría de ellos y sufres por sus agónicos destinos.
Quizá, como hemos comentado en el club de lectura de Accenture, algunas escenas eran demasiado técnicas y podrían derivar en aburrimiento, pero se solventaban con la tensión que el autor generaba unas pocas frases después con un: «Sé quién eres realmente»; algo que te mantenía en vilo todo el tiempo.
También es importante referirme a la existencia de comentarios hacia determinados colectivos que hoy en día estarían fuera de lugar; pero no por ello deben omitirse de la novela. Al revés, sabiendo que este tipo de pensamientos se veían como algo normal en aquella época, nos permite hacer balance y ver todo lo que hemos avanzado como sociedad.
En definitiva, esta novela entra en el ranking de las obligatorias para leer: aprendes, sufres, te mata la intriga y, alguna vez, hasta te ríes.
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