Título: Los ritos del agua
Autora: Eva Gª Sáenz de Urturi
Editorial: Planeta
Primera edición: 2017
Número de páginas: 488
Rústica: 19,50 € / Ebook: 8,99 €
Sinopsis
Ana Belén Liaño, la primera novia de Kraken, aparece asesinada. La mujer estaba embarazada y fue ejecutada según un ritual de hace 2600 años: quemada, colgada y sumergida en un caldero de la Edad del Bronce.
1992. Unai y sus tres mejores amigos trabajan en la reconstrucción de un poblado cántabro. Allí conocen a una enigmática dibujante de cómics, a la que los cuatro consideran su primer amor.
2016. Kraken debe detener a un asesino que imita los Ritos del Agua en lugares sagrados del País Vasco y Cantabria cuyas víctimas son personas que esperan un hijo. La subcomisaria Díaz de Salvatierra está embarazada, pero sobre la paternidad se cierne una duda de terribles consecuencias. Si Kraken es el padre, se convertirá en uno más de la lista de amenazados por los Ritos del Agua.
Reseña
«Los ritos del agua» es la segunda parte de la «Trilogía de la ciudad blanca», una serie de novelas que empezó con «El silencio de la ciudad blanca» y que ya he reseñado con anterioridad.
Tras la resolución de los dobles crímenes que asolaban las calles de Vitoria, el inspector Unai López de Ayala se recupera del disparo sufrido en la cabeza que lo ha dejado sin poder hablar. La llamada de su compañera, Estíbaliz, para investigar el asesinato de una «novia» de la adolescencia —encontrada colgada bocabajo y con la cabeza metida en un caldero celta—, lo llevarán de vuelta al pasado, cuando aún no era policía, en las costas de Cantabria, para rememorar una experiencia olvidada y que cambió su vida y la de su cuadrilla para siempre. Los rituales del agua obligarán a Unai a vivir una nueva contrarreloj y tratar de detener una serie de asesinatos que desembocarán en un intenso final.
Eva Gª Sáenz de Urturi no decepciona. Volvemos a sumergirnos en una investigación policial con todas sus letras: pruebas forenses muy detalladas; reuniones en comisaría y planificación para una buena obtención de resultados; interrogatorios a todo tipo de personas y con diferentes tonos, en función de si son con alguien cercano o no; y todo un bloque histórico relacionado con la mitología celta en las tierras de Cantabria y de Álava (con ligeras menciones a Asturias y Galicia). Como bien comenta la autora en los agradecimientos, se ha realizado una gran labor de investigación y ello permite que la trama se desarrolle con mucha fluidez y sin pausas, por parte del lector, que podrían suceder si algo no sonase del todo real.
Como en la novela anterior, la historia es contada en primera persona, por el propio Unai, salvo en los saltos al pasado, donde a veces lo abandonamos y pasamos a un narrador omnisciente que nos permite entender ciertas acciones de determinados personajes —siempre manteniendo una intriga que evita desvelar nada hasta los últimos capítulos—.
El vocabulario es apto para todos y, como ya he dicho, se lee con mucha fluidez; con capítulos cortos que dan velocidad al libro.
Es, de nuevo, un gusto volver a disfrutar de una novela policiaca con una trama muy bien trabajada y con unos personajes que ya forman parte de tu vida —aunque solo sea mientras recorres sus delicadas páginas—.
NOTA: 9/10
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