Título: Chesil Beach
Autor: Ian McEwan
Editorial: Anagrama
Primera edición: febrero de 2008
Número de páginas: 192
Precio: 16 €
Sinopsis
Tienen poco más de veinte años, y se conocieron en una manifestación en contra de las armas nucleares. Florence es una chica de clase media alta, su padre es un exitoso hombre de negocios y su madre una activa profesora universitaria, y viven en una casa donde se comen quesos franceses y yogurt, un alimento exótico para la época. Edward, en cambio, pertenece a una familia que apenas se sostiene en la zona baja de la clase media; su padre es maestro y su madre, tras un insólito, imprevisible accidente, vive desde hace años en una nebulosa. Y en su casa no hay comidas caras o extranjeras, las camas nunca se hacen, las sábanas rara vez se cambian, ni se limpian los lavabos. Florence es violinista, y Edward ha estudiado historia. Y ambos son inocentes, y vírgenes, y se aman, y tras uno de esos largos cortejos de tira y afloja, donde el chico siempre tira y la chica nunca afloja, se han casado. Es un día de julio de 1962, un año antes de que, según Philip Larkin, en Inglaterra se empezara a follar, cuando El amante de Lady Chatterley aún estaba prohibido y no había aparecido el primer LP de los Beatles…
Edward y Florence van a a pasar su noche de bodas en un hotel junto a Chesil Beach, una playa de guijarros de distintas formas y texturas, y de diferentes eras geológicas, unas piedras que dibujan en el suelo un mapa del tiempo. Y lo que sucede esa noche entre estos dos inocentes, estos jóvenes esposos de una clase social y unos años donde hablar sobre problemas sexuales era imposible, es la materia con que McEwan construye su chejoviano, delicadísimo, terrible mapa de una relación, del amor, del sexo, y también de una época, y de sus discursos y sus silencios.
Reseña
Descubrí «Chesil Beach» en el Curso de Narrativa impartido por el Ateneu Barcelonés.
La verdad que habría sido difícil que lo llegase a leer alguna vez ya que no es el tipo de lectura al que estoy acostumbrado. Narrativamente era adecuado para la teoría que nos están enseñando en el curso y leerlo nos ayudaría a entender mejor todos los conceptos.
La historia transcurre, en gran parte, en un hotel, en una región campestre y costera, en Inglaterra. Es la noche de bodas de una pareja y, por las continuas descripciones del autor, queda bastante claro la época en que se desarrolla la historia (mediados del siglo XX).
La novela hace un memorando de la vida que ha llevado cada uno de ellos desde el inicio de sus estudios hasta el momento en que se conocen y empiezan su noviazgo.
La trama en si, en mi opinión, solo provocó que me enganchase casi al final, cuando ambos intentan consumar el matrimonio y existen dificultades diversas (quizás por mi vena cotilla o porque realmente había tensión en aquellas últimas páginas).
Narrativamente, por supuesto, te sitúa junto a los personajes en todo momento. El narrador se focaliza en ellos, lo que nos permite vivir las experiencias de cada uno con un mayor acercamiento.
En las escenas del hotel se describen mucho las emociones de ambos protagonistas. Gracias al acercamiento y a las historias del pasado, llega un punto en que sabemos exactamente quien está hablando sin necesidad de que nos lo recuerden.
En definitiva, es una novela corta, de lectura fluida y con una trama dramática y romántica que llega a engancharte más por la historia principal que por los saltos temporales
NOTA: 7/10
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