Título: Cosas pequeñas como esas
Autora: Claire Keegan
Editorial: Eterna Cadencia
Número de páginas: 96
Primera edición: 2022
Rústica: 17,00 € / Ebook: 5,99 €
Sinopsis
Invierno de 1985 en un pequeño pueblo irlandés. Bill Furlong es un hombre amable y un trabajador infatigable, vende carbón y madera. Su única preocupación es que a su esposa y a sus cinco hijas no les falte nada. Lleva una vida tranquila y rutinaria, hasta que un día, mientras entrega un pedido en el convento del pueblo, se involucra en una situación que le devuelve otra imagen de su pasado, dejándolo en medio de una encrucijada definitiva: por un lado, seguir su instinto de autopreservación y mirar hacia abajo, por el otro, actuar con coraje y hacer lo correcto, sin importar las consecuencias.
Reseña
Cosas pequeñas como esas nos invita a la reflexión y nos descubre una sociedad irlandesa en los años ochenta que, en mi caso, desconocía.
Nos encontramos en un pequeño pueblo irlandés y en una época convulsa, donde el trabajo escasea y la capacidad de pagar todas las facturas es el privilegio de unos pocos. Bill Furlong se dedica, principalmente, a proveer carbón y madera al pueblo y alrededores; está casado y tiene cinco hijas. No tuvo una infancia fácil, sin llegar a conocer a su padre, y, ahora, trata de mantener a su familia y que no les falte de nada. Este foco familiar se ve alterado cuando lleva un pedido al convento/lavandería de la Magdalena y su visión del mundo cambia para siempre.
La autora, aparte de invitarnos a reflexionar sobre la capacidad del ser humano de preocuparse por el bienestar de otro o, por el contrario, de despreocuparse si este no pertenece a su círculo más íntimo, nos lleva hasta un convento donde cobijan a mujeres y las ponen a trabajar en una lavandería. La Magdalena albergó a más de 30 000 mujeres y niñas y las mantuvo presas, ocultas y forzadas a trabajar sin descanso, con la justificación de no valer nada para la sociedad.
El personaje de Bill Furlong es aquella excepción que consigue quitarse la máscara que nubla su vista y deja de mirar para otro lado. No importa lo que piensen los demás; no importa que le supliquen para no caminar contra los poderosos; debe proteger a su familia, sí, pero no debe obviar lo que otros, muy cerca de él, están sufriendo por culpa de sus semejantes.
El texto fluye. El narrador, omnisciente, pero algo focalizado en Furlong, del cual no nos separaremos en toda la trama. El vocabulario es apto para cualquiera y el final te deja algo inquieto.
Esta historia es corta, unas 96 páginas, pero son suficientes. Un pasado duro, un presente bueno, un futuro aún mejor.
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