La cara sin rostro

por | Jul 21, 2021 | Relatos | 0 Comentarios

la-cara-sin-rostro-ilustraciocc81n1

Autor@: Jorge Pérez Rivero

Ilustrador@: Olga Ruiz

Corrector@: Mariola Díaz-Cano Arévalo

Género: Relato romantico-misterio

Rating: Todos los públicos

Este relato es propiedad de Jorge Pérez Rivero. La ilustración es propiedad de Olga Ruiz. Quedan reservados todos los derechos de autor.

Fuente: https://surcandoediciona.wordpress.com/2018/07/09/la-cara-sin-rostro/

Querido diario:

Hace tiempo que no nos sentamos tú y yo a charlar durante un rato y espero que no estés molesto por ello; soy consciente y te pido disculpas. Barcelona da para mucho y normalmente dedico unos minutos de mi tiempo, antes de dormir, para contarte mis penas o mis pensamientos, aunque esta vez se haya alargado demasiado nuestro reencuentro.
No quisiera aburrirte con estúpidos comentarios sobre problemas personales que no interesan a un ente como tú y por ello, para salvar estas semanas de ausencia y sufrimiento por tu supuesta parte, voy a regalarte uno de mis secretos mejor guardados y que supondría un gran descubrimiento si alguna vez llegase a ser un escritor mundialmente conocido.
Sí… Ya sé que lo he soñado muchas veces pero, aunque vaya con algo de retraso en mis escritos, aún tengo tiempo para alcanzar la cima si bien lo que vaya a relatarte ahora no tenga mucho que ver con mi futuro éxito y fortuna.
¿Preparado?
Todo comenzó hace ya muchos años, catorce creo recordar, y quizás lo que hago ahora sea un pequeño homenaje por aquella maravillosa época. Realmente no fueron los mejores de mi vida pero tuvieron algo de sentido a la hora de convertirme en escritor.
¿Qué? ¿Por qué llegué a decidirlo? Esa es una buena pregunta y has hecho muy bien en plantearla, ya que es parte fundamental en este relato; sin ello, nada de esto hubiera ocurrido.
Mi profesora de Historia había escrito varios libros y nadie en la clase tenía conocimiento sobre aquello: algunos versaban sobre la Guerra Civil española y otros abarcaban, también, el ámbito histórico. Aquello me impactó gratamente pues nunca antes había conocido a un escritor en persona, de mayor o menor nivel, pero seguía siendo mi primera vez. La conversación que mantuvo con nosotros sobre ello me dejó impresionado y, a mis catorce años de edad, comencé a reflexionar sobre el tema, pues mil y una historias rondaban en mi cabeza y descubrirlo quizás hubiera sido la acción que necesitaba para darme cuenta de que podía compartirlas con el resto del mundo igual que otros así lo había hecho ya.
Sí, esto no es ningún secreto, lo sé. Pero para que haya misterio, primero debía hablarte sobre esta parte o no lo habrías entendido. Dame unos minutos para pensar cómo contártelo y verás.
Iba a la misma clase que yo y así lo hizo hasta que acabé el instituto. Sí, estamos hablando de una compañera, aunque te sorprenda, pero había algo en ella que me marcó para siempre. ¿Amor? Quién sabe. Yo era joven e inexperto en esos temas y ni sabía siquiera lo que realmente me gustaba pero allí estaba, cada día, cada recreo, cada examen. Esperando que levantase la mano para escucharla hablar o que saliera a la pizarra y así verla más de cerca. Era de las más listas de la clase, ¿sabes?, y ello me fascinaba, pero yo era muy tímido y nunca dije nada. Qué podría decir, bastante traumas tenía ya y no me apetecía llamar la atención más de lo debido.
¿Que si ella tiene que ver con el secreto? Para ser un libro inanimado eres más listo de lo que pensaba. Sí, ella es realmente el secreto.
La última vez que la vi fue hace ocho años, creo recordar, y realmente nada cambió para con nuestra relación. Simplemente un saludo amable que no tornó en nada más. Es cierto que intenté de alguna forma acercarme más a ella durante nuestra etapa estudiantil en alguna de las fiestas que se organizaron, pero de poco sirvieron las breves conversaciones que mantuvimos. No existiría este secreto si todo hubiese ido a mejor, ya me entiendes.
Ya, ya, que vaya al grano, no me presiones más que terminaré en breve.
Como muy bien sabes, en 2011 publiqué mi primer libro pero, realmente, no fue el primero que escribí. Mi obra magna, que algún día verá la luz, la inicié justo el año en que mi profesora de Historia nos reveló su segunda profesión. Aquel momento, ya con quince años, y todas aquellas sensaciones revoloteando en mi cabeza, me llevó a recrear la única forma posible de poder estar con ella. Un personaje se enamoraba del actor principal y era algo muy puro que, en algún momento, le salvaría la vida. No, no voy a revelarte nada. Ya lo verás cuando se publique de aquí a unos años. Lo importante es el hecho de que esta relación no es tan ficticia y surgió por una razón real y ello me dio que pensar cuando tuve la oportunidad de publicar mi primer libro. Y ahora, con el segundo en camino y el tercero finalizándolo, todos tendrán algo en común.
¡Vaya! Sigues dejándome sin habla. ¡Muy bien! Lo has adivinado, aunque he de reconocer que te lo he puesto bien fácil.
Si alguna vez soy un escritor conocido y lees varias de mis obras, búscala entre mis páginas pues ella participará en cada una de las historias. Ya fuere de actor principal, secundario o un mero caminante que pasaba por allí y no sea piedra angular en momento alguno. Da igual si los libros tratan sobre ciencia ficción, policiacas, históricas o una mezcla de géneros, su simple recuerdo las hace importantes. Al releerlas aún tengo la sensación de que realmente sí que sabía que yo existía y que pudiera haber hecho algún movimiento tratando de ponerme en contacto con ella. Quién sabe, puede que se convierta en una fan y lo descubra por sí misma. Mientras tanto, su cara tendrá muchas descripciones, pero su rostro será único e invisible para todo el mundo menos para mí.

Buf, creo que ya ha estado bien por hoy. No te quejarás de todo lo que te he contado. Valdrá para compensar todo lo que no he escrito durante estas semanas.
No me mires así, sabes que mis palabras son ciertas y convencerían a cualquier tribunal que las juzgara. Ahora bien, solo tú y yo lo sabemos, así que mantén las cubiertas cerradas y no lo airees por ahí o se terminará la magia.
Bueno, es hora de dormir. Hablamos mañana, ¿vale?
Descansa y coge fuerzas para mis encontronazos del día.
Buenas noches.

Jorge Pérez Rivero
Barcelona, 13-02-2018

Escrito por Jorge

Publicaciones Relacionadas

La discusión

La discusión

Aún recuerdo el portazo que dio cuando salió de casa; lo que ya no recuerdo es por qué discutimos. Habían pasado dos días y todavía no había contestado a ninguno de mis mensajes. Sé que estaba en casa de sus padres porque un amigo en común le traicionó y me lo contó...

leer más
No lo harás

No lo harás

No lo harás. No lo haré. Las ganas te invaden; buscas lo imposible; mueves cielo y tierra para alcanzarlo; lo ilegal; lo insalubre; la muerte. La dopamina invade tu mente; lo inunda todo. Aquellos recuerdos placenteros; esa sensación única que solo uno o dos gramos...

leer más
Diario sobre la rebelión de la IA

Diario sobre la rebelión de la IA

15 de julio de 2044 Agaché la cabeza y mantuve la boca cerrada. No hacía ni una semana que habíamos conseguido salir de Barcelona sin que nos pillaran y ya estaban a punto de hacerlo. Miré hacia Mario y le hice una señal para que guardara silencio. Llevábamos varios...

leer más

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *