Título: Harry Potter y el prisionero de Azkaban
Autora: J. K. Rowling
Editorial: Ediciones Salamandra
Primera edición: 2000
Número de páginas: 360
Rústica: 18,00 € / Ebook: 8,99 €
Sinopsis
«Bienvenido al autobús noctámbulo, transporte de emergencia para el brujo abandonado a su suerte. Levante la varita, suba a bordo y lo llevaremos a donde quiera.»
Cuando el autobús noctámbulo irrumpe en una calle oscura y frena con fuertes chirridos delante de Harry, comienza para él un nuevo curso en Hogwarts, lleno de acontecimientos extraordinarios. Sirius Black, asesino y seguidor de lord Voldemort, se ha fugado, y dicen que va en busca de Harry. En su primera clase de Adivinación, la profesora Trelawney ve un augurio de muerte en las hojas de té de la taza de Harry… Pero quizá lo más aterrador sean los dementores que patrullan por los jardines del colegio, capaces de sorberte el alma con su beso…
Reseña
«Harry Potter y el prisionero de Azkaban» es la tercera parte de la aclamada saga del joven mago, que acompañó a toda una generación.
Durante las vacaciones de verano, Harry tiene un desafortunado incidente —en casa de sus tíos— que lo llevará a encontrarse de nuevo con los Weasley, en el Caldero Chorreante, gracias a un transporte mágico llamado «el autobús noctámbulo».
Las noticias sobre la huida de Sirius Black, un antiguo seguidor de Lord Voldemort, de la cárcel de Azkaban obligan al Ministerio de Magia a proteger el colegio Hogwarts mediante los dementores —seres espectrales que eliminan los sentimientos felices de las personas hasta sumirlas en una locura continua—. Además, el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, Remus Lupin, revelará a Harry el poder para protegerse de los dementores; su vínculo con Sirius Black; y a aquél que traicionó a sus padres entregándolos a Voldemort.
Las clases de cuidado de criaturas mágicas, impartidas por Hagrid y que darán lugar a la subtrama con el hipogrifo —figura decisiva para el desenlace— dan un toque gracioso y triste a medida que avanza la novela, pero con un final impactante.
Igual que en los dos libros anteriores, la autora utiliza un narrador cuasi-omnisciente muy focalizado en Harry Potter. El vocabulario es sencillo y uno puede seguir la trama sin perderse, aún con la diversidad de personajes y nuevos escenarios.
La novela fue llevada al cine en 2004, tras el existo imparable de las dos anteriores. Esta vez, con la intención de acaparar lo más posible en más de dos horas de película, muchas escenas de la novela fueron suprimidas o alteradas para tratar de incluir la información más relevante y que el público no se perdiera.
La liga de Quidditch quedó reducida a un único partido donde Harry se desmaya cuando aparecen los dementores en medio del campo; la figura de sir Cadogan —un caballero de armadura que vive en uno de los cuadros—, que aparecerá unos segundos en la película, no tendrá más participación —ni los trolls guardaespaldas—; tampoco se incluirán las grandes discusiones entre Ron y Hermione u otros intentos de Sirius Black por entrar en lo torre de Gryffindor; las divertidas clases de adivinación se reducirán; la generación del patronus de Harry, que le llevará varias semanas reproducir, en la película lo conseguirá al segundo intento; y la larga y complicada explicación de lo sucedido en el pasado —que se desarrollará en la casa de los gritos— en boca de Sirius Black y Lupin, será reducida a unos pocos minutos.
Es, por tanto, más necesario leer la novela si uno quiere conocer todos los detalles de la trama, quedando todo mucho más claro y verosímil que durante la película.
En definitiva, igual que en las veces anteriores, esta tercera parte sigue el mismo ritmo que las otras dos y te va sumergiendo, aún más, en un mundo mágico que ansiamos todos conocer.
NOTA: 9/10
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